Convivencia
entre árabes y judíos en medio oriente, ese enigma de la historia
contemporánea.
Parte I
Cuando uno mira
la historia reciente, no puede dejar de notar que hay un conflicto que se
mantiene hace muchos años (más de 67) y no parece terminar jamás. La guerra
entre Israel y Palestina puede bajar su intensidad o entrar en mesetas que son
como la calma que antecede a la tormenta, porque tarde o temprano siempre
recrudece, cruentamente, consternando al mundo, cada vez más con la difusión
mediática que tienen los fenómenos sociales hoy en día gracias a la gran
facilidad que ofrecen las redes sociales para ello.
Uno no puede
evitar preguntarse: ¿qué pasará con este conflicto? ¿Cómo se resolverá? ¿Por cuánto
tiempo se resolverá antes de volver a estallar? ¿Puede realmente solucionarse? ¿O
solo se puede llegar a algún desenlace por las malas?
Qué difícil es
pensar la realidad de medio oriente. Cuando uno comienza a analizar los hechos
históricos, se encuentra con una cantidad de factores considerables que hacen que
la tarea no sea sencilla. Religiones distintas en disputa, Herencias
Históricas, Relatos Culturales, Hábitos Sociales, Historia del Judaísmo, Emergencia
del Sionismo, Decadencia del Imperio Otomano, Panarabismo, Acuerdos
Internacionales, Colonialismo Moderno, Colonialismo Postmoderno, Geopolítica,
Economía Transnacional, Petróleo.
La complejidad
para el analista parece no tener fin.
El conflicto es
viejo y sus orígenes casi se nos escapan. Muchos ni siquiera saben porque empezó
siquiera. Los más jóvenes nacieron con el conflicto ya instalado y dependen de
sus padres y de la información que pueden interceptar para poder contextualizar
esta guerra, darle algún sentido social.
Esta imagen (que
muestra una progresión de la invasión Israelí en ¡4 años!) puede funcionar de
introducción para empezar a entender el conflicto:
¿Creen que
Israel se quedó con lo que había conseguido? Piénsenlo dos veces. Aquí otro
mapa con los avances que siguieron y la situación actual:
A la hora de
tratar de entender porque este conflicto es tan único y particular para la
historia reciente de la humanidad, debemos considerar sus aspectos más extraños.
El más saliente de ellos es la interculturalidad.
Debemos resaltar
que son dos culturas completamente distintas, casi opuestas. Un concepto que
estoy trabajando específicamente para esta situación intenta adentrarse en la
relación viciosa y contradictoria en que están entabladas los dos sectores: Sociedad Dual. En un
mismo territorio, coexisten dos sociedades. Dos mundos culturales. Dos
universos que no quieren saber nada del otro, no quieren entenderse,
integrarse, no quieren resignar sus posiciones para no quedar como débiles ante
sus pares.
Esto hace aún más
difícil la idea de la convivencia y pone cada vez más lejos la perspectiva de
paz. Si ni siquiera se soporta la coexistencia, pareciera que la única salida
es la desaparición de uno de los dos. Y esta idea se potencia cuando, desde las
dos partes, es la opción más deseada. Ambos actores quieren no solo que
desaparezca el rival, sino ser ellos los que ejecuten su desaparición.
(Rovere, Cristian. 2014, Buenos Aires, Argentina. ©)
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